Estelibro no es solo la segunda edici贸n del estudio que Ibarra public贸 en 1993, con apoyo del CEDIS. Se trata de un trabajo en gran medida novedoso, en vista del escrutinio documental que efect煤a (sobre la base de una nueva pesquisa realizada recientemente con el apoyo del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, INPC, en pos de documentaci贸n
Fichade lectura T铆tulo del libro: La rebeli贸n en la granja. Nombre del autor: George Orwell. Lector: John Fredy Ospina Giraldo. Pa铆s, ciudad y lugar de consulta: Colombia, Medell铆n, Universidad de Antioquia. Referencia bibliogr谩fica de la obra seg煤n normas APA. Orwell George. Londres (1945). La rebeli贸n en la granja.
laconstancia de las mujeres fuertes. Admitido en la vida social y pol铆tica durante la terrible persecuci贸n de la Iglesia en rancia, Mauricio no falt贸 a ninguna manifestaci贸n de la juven-tud cat贸lica; intervino en la construcci贸n de las barricadas de su parroquia para oponerse a
Fenomenolog铆ay pol铆tica 434 I Este texto tiene detr谩s, en orden cronol贸gico, las consideraciones de Je-s煤s D铆az1 sobre algunos textos problem谩ticos de La rebeli贸n de las masas; en segundo lugar, otro texto tambi茅n muy cr铆tico de Aranguren2 sobre el mismo libro de Ortega; en tercer lugar, est谩 escrito en el marco de mis tra-Otrosde sus títulos son: La rebelión de las palabras, La fábrica de serenatas, También las estatuas tienen miedo, El círculo de la suerte,
Lanovela La rebeli贸n de las ratas (1962), con la que obtuvo el premio Selecciones Lengua Espa帽ola, supuso su consagraci贸n como escritor. Previamente hab铆a publicado Los bienaventurados (1960), y la lista de sus relatos creci贸 incansablemente en los a帽os siguientes: Mientras llueve (1966), Viajes al pasado(1970), Mundo roto (1973),
Comentarios La rebeli贸n de las palabras cuenta la historia de la familia Clum, cuyos miembros se ven afectados por un mal relacionado con el lenguaje. 脡ste adquiere muchas formas distintas: en algunos casos, los personajes son incapaces de pronunciar alguna letra, o dos letras juntas; en otros, afecta el estilo de su conversaci贸n.
cayeroncon sus ensue帽os ancestrales ante el empuje de la codicia. No eran malas, quiz谩, las intenciones de los que esbozaron el proyecto. Pero a trav茅s de centenares de labios y de cerebros diversos, las palabras y los pensamientos fueron deform谩ndose. Y aquellos hombres silenciosos y r煤sticos no adivinaron lo que vendr铆a. Ocurri贸 pronto.
m脝ssublimey, por lo tanto, m脝sdespreciable de la democracia, fue adoptada hacia 1750 por intelectuales descarriados, ignorantes de sus propios limites, y quesiendo,porsuoficio,loshombresdeldecir,dellogos,hanusadode脴lsin respeto ni precauciones, sin darse cuenta de que la palabra es un sacramento de muy delicada
